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miércoles, 27 de junio de 2012

Concurso de microrrelatos. Relatos premiados.

Aquí podeis encontrar los relatos ganadores del I concurso de microrrelatos.

Primer premio:

En el nº 17

Caminábamos por esa calle todos los días desde que íbamos a primero, al pasar por delante se hacía el silencio. Solíamos retarnos a ver quien era capaz de mirar por alguno de los dos enormes ventanales de la fachada, pero nunca pudimos pasar de los tres escalones de la entrada, aquel día no fue diferente. 

Para nosotros, el viejo Erikson era quien era, y había hecho lo que había hecho, todos en el pueblo conocían aquella casa y lo que en ella sucedió. 

Justo antes de perderla de vista, vimos una niña dirigiéndose hacia los escalones, volvimos corriendo y atónitos contemplamos cómo esa niña, de apenas nueve años, subía las escaleras y se situaba frente a la puerta. Todos aguantamos la respiración queriendo avisarla y entonces tocó el timbre.

Aixa García Rodríguez (4º ESO A)

Segundo premio:

Mis primeros acontecimientos vividos en "La Roca"

Puesto que estoy a punto de alcanzar mi muerte y al final conseguí salir del infierno que fue para mi estar internado en Alcatraz, plasmaré en este relato mis primeros momentos allí. Llegué a la isla de Alcatraz el 5 de diciembre de 1934 y todavía recuerdo que fue una noche lluviosa, en la que la mar estaba muy revuelta. Dos guardias me acompañaron hasta la entrada del Bloque B, donde estaban todas las celdas de presos. Una vez allí, me obligaron a desnudarme y a que caminara a lo largo de la avenida principal (a la que le llamábamos Broadway) haciendo un ridículo juego de palabras. Durante el trayecto, los presos en sus celdas se reían y se burlaban de mí de una forma cruel. Antes de llegar al fondo de la avenida, no pude contener más la rabia que padecía y aprovechando un descuido de los guardias, me zafé de ellos y salí a correr. Y enconces tocó el timbre.

David Vélez Peña (3º ESO A)

 
Tercer premio:

Una mala experiencia
En cuanto salió del colegio, Martín se dirigió a su tienda de videojuegos preferida, a donde iba muy a menudo. Entonces vio en el escaparate un juego nuevo, pero era muy caro, así que no podía permitirse comprarlo. Pero tampoco podía dejar pasar esa oportunidad.

Martín entró silenciosamente en la tienda, dejó su cartera en la estantería para tener las manos libres y se escondió el juego en la chaqueta.

Cuando salió se dirigió rápidamente a su casa. No había nadie. 

Subió directamente a su habitación para probar el videojuego. En ese mismo momento se dió cuenta que había dejado su carpeta en la tienda y que ésta tenía escrito su nombre, así que le podía suponer un gran problema. Y entonces sonó el timbre...

Andrea Feria Dávila  (1º ESO B)

Primer accesit:

Doce
  
"Hola, como cada semana, te escribo para decirte que os extraño desde mi partida. Una vez más quiero que sepas cuánto siento haberos dejado solas. Entiendo tu dolor y tu odio, y vuelvo a suplicarte que me perdones, que sin vosotras mi vida no tiene sentido, nunca la tuvo. No sé cuántas veces he de decirte que todo fue en defensa propia para que me creas, ni sé cuántas cartas más voy a tener que relatar, diciendo siempre lo mismo, pues nada más hay que contar. Como en mis once cartas anteriores solo hay una cosa que necesito que hagas por mí: dile siempre a la peque que su padre la quiere, la querrá y siempre la ha querido mucho". Eran las ocho de la mañana, los demás presos se estaban levantando ya, un nuevo y monótono día iba a comenzar y entonces, tocó el timbre.

Penélope Asuero Llanes  (3º ESO A)

Segundo accesit:

Y entonces tocó el timbre

Abrí la puerta de la clase, estaba oscuro, no había nadie, era quizás demasiado temprano, pero algo se movió como para detenerme. Por el pasillo se escuchaban pasos, cerré la puerta y en la oscuridad le di al interruptor, en mi mesa había un libro, "Manual de Historia del Arte " de Don Diego Angulo Íñiguez, ¡anda, pues es el personaje que le da nombre a este instituto!, llevo año aquí y nunca se me ocurrió informarme. Siento de repente una tremenda curiosidad, abro el libro y leo: Historiador y crítico de arte español nacido en Valverde del Camino en 1901, catedrático de Historia del Arte, director del Museo del Prado, director de la Real Academia de la Historia...., sigo un rato ensimismado en la lectura, "y entonces tocó el timbre".
Carlos Fojo  (1º PCPI)



Tercer accesit:

El deseo del olvido

Habían pasado más de cinco años de aquello, pero seguía sin poder dormir más de tres horas seguidas. El recuerdo de aquella tarde de  invierno la atormentaba demasiado. Era inútil tratar de concentrarse en otra cosa, alejar su mente del pasado, de aquel momento, aquel instante que cambió su vida para siempre. Esas imágenes se le repetían en la cabeza una y otra vez, como el tic-tac de un reloj que nunca cesa, como una cinta de video rayada. En cambio, aún conservaba la esperanza de olvidarlo todo, de vivir como siempre le habría gustado. Amaba la soledad, pero ese pensamiento la acompañaba cada hora, cada minuto... Tampoco quería verlo. Ni a él ni a nadie, porque comprendía que acabarían recordando aquello que tanto la angustiaba. Hubiera preferido morir en ese instante, sin embargo, decidió conservar esa esperanza. Y entoces, tocó el timbre.
 Julia Sánchez Mora (2º ESO A)