Según el diccionario esta exclamación encierra una idea de despreocupación o desentendimiento, y también de regocijo por cierto suceso o circunstancia. Sin duda es esta segunda acepción la que surgió en el Cádiz de 1812 para dar la bienvenida a la primera constitución liberal de nuestro país (aunque antes hubo una en Bayona). La ciudad y la Isla de León, hoy San Fernando, protagonizaron una resistencia histórica al dominio francés en la Guerra de la Independencia.
El tema es rico y complejo, nosotros hoy queremos destacar el artículo 366 del documento, referido al derecho a la educación, en él se refleja la preocupación por extender la enseñanza a todos los rincones de la nación.
Os dejamos dos enlaces muy interesantes sobre La Pepa, que mañana celebra su bicentenario. ¡Felicidades!
La Pepa y la educación ¿Una Constitución para la felicidad?
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